Virgin River está por estrenarse y esta segunda temporada en Netflix, pinta por demás «chismosa». Y esto lo decimos porque los habitantes de dicho poblado imaginario de la serie de Netflix, estarán más que al pendiente de la relación entre Mel (Alexandra Breckenridge) y Jack (Martin Henderson).
Y es que si recuerdan, al final de la primera temporada parecía que el coqueteo que ambos tuvieron durante diez episodios culminaría en romance. Sin embargo, la ex de Jack-Charmaine Roberts (Lauren Hammersley) resultó embarazada y de ahí partirá la segunda temporada, con muchos conflictos que resolver.
«Jack no la está pasando bien. ¿Y puedes culparlo? Justo cuando el marine emocionalmente dañado estaba aprendiendo a abrir su corazón a alguien nuevo, descubrió que su ex-novia está embarazada. Como personaje, Jack trabaja principalmente desde el sentido del honor y el deber. Ser un Marine es una parte integral de quien es, y eso se extiende a sus responsabilidades como futuro padre y su deseo de estar ahí para Charmaine.
«Desafortunadamente, esos deberes están a menudo en desacuerdo con lo que Mel querría, lo que hace un triángulo complicado y desordenado entre los tres. Todos buscan ciertas cosas, y la negociación es torpe. Charmaine, por supuesto, manipula las cosas lo mejor que puede, y luego depende de Jack y Mel para navegar que de alguna manera se honran a sí mismos y al otro».
Martin Henderson a TV Line.
De acuerdo con Alexandra Breckenridge, la situación con una tercera persona, que tiene sentimientos por alguien que no, hará las cosas mucho más complicadas par los protagonistas. ¿Será que podrán estar juntos?
«Charmaine es un poco loca, de por sí ya lo estaba y luego se queda embarazada… de su ex-novio… del que todavía está enamorada. Pero estos son personajes (Jack y Mel) que simplemente deben estar juntos. Son como imanes, no importa cuántos obstáculos se pongan en su camino»»,
Alexandra Breckenridge a TV Line
La segunda temporada de Virgin River, se estrena mañana en Netflix.