Parece que las malas noticias ya llegaron a Los Angeles, en específico a la residencia de Meghan Markle y el príncipe Harry, ya que la batalla legal que enfrentan contra varios medios ingleses sufrió un gran revés.
Y es que el juez del Tribunal Superior desestimó como “irrelevantes” varios puntos en los que la actriz argumentaba que los tabloides tenían ya marcada una agenda en su contra, algo que de seguro la puso de pésimo humor.
Pero eso no es todo, el juez también rechazó otras acusaciones de Meghan en las que señalaba que los periodistas habían actuado de manera deshonesta y causado el distanciamiento entre ella y su padre, Thomas Markle – por la carta que se publicó-, así como también de retratarla de una manera negativa, cosa que ya sabemos es mentira, porque al final el pleito con su padre viene de antes.
Este juicio que los británicos ya bautizaron como “Markle vs Markle” no ha empezado bien para la ex actriz, porque aunque le metió su buena lana al pleito al contratar al reconocido abogado David Sherborne, el mismo que defendió a la princesa Diana y especialista en casos de gestión de reputación y privacidad, pues no ha obtenido los resultados que deseaba.
Este revés se ha producido gracias a que The Mail Sunday reveló que fue la propia Meghan quien permitió a un grupo de cinco amigos cercanos filtrar detalles de la carta a la revista People el 6 de febrero de 2019, lo que significa que la duquesa violó su propia privacidad.
Y aunque así es como ha operado Meghan, ahora le salió el tiro por la culata. Lo divertido puede venir, si los medios británicos se ponen las pilas y llaman a su padre a declarar.