Alberto Villarreal ya tiene su sexto libro afuera, Todo lo que no me deja olvidarte, por lo que hablamos con él.
El escritor y creador de contenido literario Alberto Villarreal ya tiene una nueva novela afuera, Todo lo que no me deja olvidarte. Sí, luego de años de publicar poemarios, el regiomontano está de vuelta a este formato, y viene con una historia tristísima.
¿Por qué esperaste tantos años para escribir la secuela de Ocho lugares que me recuerdan a ti?
«Cuando escribí Ocho lugares que me recuerdan a ti, las personas me preguntaban si iba a haber algo más. Ahí yo sabía que quería retomar el personaje de Edgar porque me caía increíble, entonces sabía que iba a haber algo más de él, pero sí sentía que no iba a ser pronto. Pasaron ocho años para tener… más que secuela es un spin-off, porque no hace falta leer ese primer libro para entender el nuevo. Pero además, le está huyendo a la novela porque siempre me ha parecido de lo más complicado de escribir, siempre lo sufro. Además, quería seguir aprendiendo un montón de mis lecturas para regresar a la novela, y sentía que ya era el momento».
Y sí le sufrió y hasta lloró cuando hacía relecturas de sus avances, pero según cuenta tomó pausas en su escritura. Sólo así pudo avanzar y terminar la novela sobre Edgar, quien sigue dolido por la muerte de su ex, Jorge. Su abuela enferma, así que vuelve de CDMX a Monterrey, donde con ayuda de un par de amigos y un chico nuevo en su vida comienza a superar su tristeza.
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¿Comenzó como una historia triste o en el camino se fue volviendo triste?
«Tenía un final en mi cabeza que era todavía más triste, sentía que no podía salvar a ese personaje, sentía que estaba muy, muy triste, que estaba sufriendo. Se metía en relaciones destinadas a fracasar, un poco para torturarse y un poco para tener estos cierres que no había conseguido con su primera relación, y mi idea del final era mucho más triste. De hecho, los personajes Santiago y Samantha, que salen también en Ocho lugares…, no iban a aparecer tanto en esta novela, pero Edgar los necesitaba para salir a flote. Su ayuda logra que el libro no sea tan triste. Tiene sus parte cálidas, el sentir de la amistad. Es una historia llena de amor que no sólo se limita a lo romántico».
Además, cuenta que quiso jugar con la forma de contar esta historia, sueños e ilusiones de sus personajes «para tratar de incluir un poco lo poético». La poesía no puede faltar en todo lo que escriba Alberto Villarreal.
Ahora que sus fans la están leyendo, el escritor dice que si te gusta puedes seguirte con Tan poca vida, de Hanya Yanagihara; Al final mueren los dos, de Adam Silvera; y Discurso amoroso, de Roland Barthes.
Muchos escritores ponen algo de sí en sus novelas, ¿qué hay de ti aquí?
«Creo que hay mucho de mí, cosas muy pequeñas que a lo mejor no son perceptibles. Por ejemplo, esto de Monterrey – Ciudad de México, esa relación entre las dos ciudades es algo de lo que yo he vivido mucho, hay temporadas en las que vivo en la Ciudad de México, pero también disfruto mucho de Monterrey. Ahí se menciona que en Ciudad de México salía a caminar por el Parque de los Venados, pero en Monterrey por el Parque de Rufino Tamayo; esa exploración de las ciudades viene un poco de mí. Y hay una parte que sucede en Puerto Escondido, yo fui ahí y pude ver cómo es lo de soltar a las tortuguitas y poder usarlo en el libro. Hay mucho de mis vivencias y de lo que he visto en lo geográfico más que en lo sentimental».
Esta novela y dos de tus poemarios tienen la palabra «todo» en el título, ¿qué significa para ti?
«Es un poco una casualidad, eh. Este libro cuando puse el nombre, no estaba pensando en lo otros poemarios, me di cuenta hasta después. No sé de dónde viene. Pienso en cómo cuando hablamos del amor es abrumador, y de nuevo es como, el amor lo rodea todo. Y todo lo que sucede un poco viene desde el amor, en nuestras relaciones familiares, de amistad, amorosas, es como el ente, la sustancia que abarca todo. Es como esta visión del amor tan totalitario porque me gusta eso, que sea tan dramático. Aunque no es algo que piense tal cual».
Por si no los has leído, esos poemarios son Todo lo que fuimos y Todo lo que dejas cuando llegas y te vas.
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Con seis títulos publicados, ¿ya te sientes un escritor o vas en camino a convertirte en uno?
«Un poco los dos, sí me considero escritor, pero también sé que falta muchísimo camino por adelante. Todavía estoy en mis veintes y toca aprender un montón, y lo intento. Siempre estoy leyendo cosas diferentes, el año pasado leí como nunca ensayo, poesía, novela, terror, romántica. Estoy consumiendo mucho cine, para aprender otra forma de contar historias. Entonces sí, queda un camino muy largo por delante, pero eso me encanta de la carrera de escritor, que me parece es de las pocas en las que vas mejorando con el tiempo. Eso me hace sentir muy bien, me reconforta saber que hay muchos libros por delante, y espero que cada uno sea mejor que el anterior».
Aunque Alberto Villarreal le huía a las novelas, ahora que vio que a muchos de sus seguidores sí les gustó Todo lo que no me deja olvidarte no piensa abandonar este formato. Aunque, adelanta, actualmente trabaja en un ensayo sobre amor, después planea sacar otro poemario, y lo que seguiría sería otra novela (tiene un thriller sin terminar). «No creo que pasen 8 años ahora, entre, entre la, para que suceda otra novela, pero tampoco lo veo como tan próximo, pero sí un poco el miedo ya se disipó», asegura
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