Para Michael Fimongnari, director de A todos los chicos: Para siempre, esta película sin querer se convirtió en una carta de amor para quienes por el momento no pueden disfrutar de la vida como antes, por la emergencia sanitaria. Esto, con sus dosis de girl power de parte de Lara Jean.
Con locaciones en Nueva York y Seúl, con escenas de cafeterías, un baile de graduación y una boda, A todos los chicos: Para siempre, tiene muchos momentos de felicidad, escenas que antes de la pandemia todo mundo podía llevar a cabo sin temor. Por eso, y sin planearlo, el director de la cinta, Michael Fimongnari, cuenta que al final lo que vive la empoderada Lara Jean termina siendo una carta de amor para los fans que en estos momentos siguen guardados en casa.
«En la tercera película, Lara Jean (Lana Condor) y Peter (Noah Centineo) están en su último año de escuela, planeando un futuro juntos. Saben quiénes son y lo que quieren para su relación, pero ahora se están convirtiendo en jóvenes adultos y necesitan enfrentar otros aspectos difíciles de sus vidas. Y, en el camino, aprenden que sus necesidades quizás no coinciden con los objetivos de su relación», comenta el director en entrevista proporcionada por Netflix, y agrega que a ella le gusta la idea de vivir en Nueva York y él debe lidiar con su padre, «No están preocupados sobre cuánto amor se tienen o lo mucho que quieren estar juntos, sino por saber si pueden satisfacer las necesidades personales de cada uno en la relación».
Lara Jean y Peter desean amar, ser amados, y seguir sus sueños
Además, dice que el centro y lo que sostiene esta historia es «que nuestros personajes desean las cosas que todos deseamos: Amar y ser amados, y seguir nuestros sueños». Razones por las que no sólo teens, sino cualquiera puede conectar con ellos.
El director habla también sobre la evolución de la historia, que comenzó con una relación falsa, una secuela donde se vieron las vulnerabilidades e imperfecciones de los protagonistas. Y en la tercera y última parte de la saga, se aprecia el crecimiento de la pareja, además de ser más realista.
Lara Jean aprende a decidir sobre su vida por sí misma
«En Para siempre, Lara Jean se escucha a sí misma, es decidida, confía en sus elecciones y se las comunica a Peter. Mantiene la música increíble, el movimiento enérgico y todas las cosas que la hacen una película vibrante de la saga de A todos los chicos. Al ser el centro de ese universo, Lara Jean madura a medida que lo experimenta, y la expresión cinematográfica madura con ella. Esta entrega tiene menos fantasía y más aventuras intensas de la vida real, como cuando está con sus hermanas en Seúl o pasea por Nueva York con Chris».
También, cuenta Fimognari, vemos a una protagonista que lleva todo a otro nivel. «Ahora debe tomar decisiones sobre la universidad y liberarse de la idea de que su felicidad está ligada a Peter. Ella se ha creado la expectativa de que ir a la universidad con Peter le permitirá vivir su vida soñada: Casarse, tener hijos, conseguir el trabajo perfecto. Pero lo que en verdad necesita, la travesía que emprende en la tercera película, es aprender a decidir por sí misma».
A todos los chicos: Para siempre, trae felicidad y desahogo en estos tiempos
Además de eso, ¿por qué es importante ver una película como esta? «Cuando hicimos Para siempre, pudimos viajar por el mundo y crear eventos como el baile de graduación, la graduación misma o una boda. Fuimos a Nueva York y a Seúl, nos subimos al subterráneo y recorrimos las ciudades hasta estar satisfechos. Fue una celebración de todas las cosas que ahora no podemos hacer con tanta facilidad», recuerda el director.
Ahora que el mundo está en medio de una emergencia sanitaria desde hace más de un año, esta cinta «se ha convertido, sin quererlo,en una carta de amor a todas las personas que han tenido que renunciar a estas cosas, posponer bodas, sacrificar sus bailes o fiestas de graduación. Queremos que el público sienta esa alegría del día de graduación, que disfrute una fiesta en una azotea de Nueva York, para darle la oportunidad de gritar, reír y llorar un poco sobre cómo era la vida antes, y sobre cómo esperamos que vuelva a ser pronto».
Si todavía no le das play a A todos los chicos: Para siempre, ya tienes más razones para dedicarle un par de horas de tu fin de semana. Ya verás que será un buen plan de San Valentín, lo pases sola o acompañada. La encuentras en Netflix desde hoy.