Back to Black, la película biográfica sobre Amy Winehouse, llega a salas de cine de México este 11 de abril, ¿está a la altura de la legendaria artista británica?
Como recordarás, en Back to Black se narra un periodo en la vida de Amy Winehouse cuando comienza a hacer sus pininos en la música en su natal Inglaterra, y luego cuando alcanza la fama mundial hasta que muere. ¿Cómo queda plasmado eso y las turbulencias de su vida en la película?
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La protagonista
Previo al estreno, el equipo de producción de la película reveló que fue difícil encontrar a la actriz ideal para interpretar a una figura tan importante como Amy Winehouse. La que se quedó con el papel fue la también británica Marisa Abela, quien contó que se preparó arduamente para meterse en la piel de la artista.
Y podemos decir que rindió frutos pues nos convence durante casi toda la película entre momentos llenos de ternura, otros más intensos y varios que mostraban su deterioro. Nos deja ver cómo la cantante tenía que vivir sus canciones para poder escribirlas, su debilidad ante el alcohol y sustancias ilícitas, su dependencia de Blake. Pero no todo fue perfecto pues entrar en los zapatos de una figura tan única y compleja, y con un físico particular, como Amy no es fácil. El cambio en su cuerpo, por la bulimia, no se nota al final de la cinta.
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El resto del elenco
Pero en la película Back to Black también tienen peso otros personajes que influyeron mucho en la vida de Amy Winehouse, tanto para bien como para mal. Su padre, el taxista Mitch (Eddie Marsan), tiene buenos momentos en pantalla y lo muestran siempre como amoroso y apoyándola; contrario al documental Amy (2015) que le causó un gran enojo. ¿Recuerdas el documental My daughter Amy?
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Mientras que su madre, Janis (Juliet Cowan) aparece poco, demasiado poco, y su hermano Alex apenas es mencionado.
Eso sí, su abuela materna Cynthia (Lesley Manville) tiene el papel preponderante que tuvo en la vida de la cantante; era su style icon, su modelo de vida según decía. Y, sin duda, una de las escenas más dolorosas es cuando la pierde.
En cuanto a Blake Fielder-Civil, su novio y luego esposo, su relación más tóxica, es interpretado por Jack O’Connell con más carisma del imaginado. Según los reportes de los medios en su época, era el villano de la historia -junto con las adicciones de la artista-, ¿love is a losing game, recuerdas? pero aquí se siente suavizado. Aunque en la vida real, su ex siempre dijo que Amy nunca hizo nada que no quisiera.
Aquí en esta cinta los únicos villanos son los paparazzi que, se podía ver en las publicaciones, la acosaban 24/7. Recordemos, por cierto, que la familia Winehouse apoyó está película.
Lo que nos faltó
Aunque la vida de la Amy Winehouse fue corta, tan sólo de 27 años, Back to Black con sus dos horas de duración pudo alargarse aunque sea media hora más. Y es que si bien aborda momentos clave como su sueños juveniles de ser cantante, su primer éxito con el disco Frank, sus premios GRAMMY, y cuando su manager Nick sugiere rehabilitación pero su padre dice no… de repente salta de un momento a otro con rapidez y hay cosas que se dejaron fuera. La directora tomó como marco de su cinta el disco Back to Black, pero aún así, si no conoces bien la historia, quizá puedas perderte un poco.
Por ejemplo, no se muestra de mejor manera la realización de su primer disco, el que la estableció en su país. Y cuando viaja a Nueva York para trabajar con Mark Ronson, se sabe lo importante que fue él en su carrera y consagración mundial con el segundo álbum, del que toma su nombre la cinta, sin embargo el productor y músico no aparece, sólo es mencionado. También falta su trabajo en equipo con su banda, que por cierto ayudó en la filmación detrás de cámaras. Además se omitió su último concierto, en Belgrado, donde el público la abucheó debido a su lamentable estado y pobre presentación. Y la grabación de su dueto con Tony Bennett de «Body and Soul», importante por donde se le vea.
La directora de la cinta, Sam Taylor-Johnson, dijo que es una carta de amor, una historia contada a través de las canciones de Amy… así que por eso le da más peso al tormentoso y tóxico romance con Blake, que inspiró el segundo disco. Pero quizá habrá fans molestos por las consecuencias que trajo en ella esa relación, y que preferirían ver más de la parte creativa-musical.
Eso sí, el final es manejado con delicadeza y en vez de mostrarnos a la cantante al ser hallada muerta leemos en pantalla el motivo de su deceso.
La parte musical
Decíamos líneas arriba que Marisa Abela hizo un buen trabajo para convertirse en Amy, pero en la parte musical cae un poco. Si bien se preparó durante un par de meses con el productor Giles Martin en los estudios Abbey Road, y se le agradece el compromiso porque tenía un gran paquete que cargar, hay canciones que le quedan grandes.
Esto es normal pues nadie va a cantar como Winehouse, la ahora legendaria cantante de jazz tenía una voz muy distintiva, simplemente única. Pero si eres fan de hueso colorado, y encima exigente, quizá pierda algunos puntos ante ti.
Entre las canciones que suenan en la película Back to Black están «Rehab» (donde menos convence), «Love is a losing game», «Me & Mr. Jones», «Tears dry on their own», «F*ck me pumps», «Stronger than me». Aunque están bien situadas dentro de la película, según lo que se va contando.
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¿La cinta Back to Black está a la altura de una leyenda como Amy Winehouse?
La tarea de Sam Taylor-Johnson no era fácil pues Amy Winehouse era y siempre será una de las mejores voces que nos dio no sólo el jazz sino la música en general. Y, sí, también era una mujer compleja, sumamente intensa, desgarradoramente honesta y muy ingeniosa al componer, y una figura con la que a veces no era fácil lidiar. Ella simplemente hacía lo que quería.
Dicho esto, no, la película no supera al disco del mismo título, Back to Black; no es que lo intentara, claro. Es una obra musical perfecta frente a una película que quizá hubiera sido mejor convertir en mini-serie. Aún así el resultado es bueno en términos generales, tiene sus fallas pero llega a conmover.
Bueno también en el sentido de que Abela hace lo mejor que puede con el guión y da una actación sobresaliente. Además, bueno pues mientras la estás viendo no puedes evitar tararear las canciones, recordar con nostalgia cuando las escuchaste por primera vez, el impacto de la noticia de su muerte, y quizá hasta soltar una lágrima o más (aunque menos que con el documental de Asif Kapadia). Al salir de la sala, esa nostalgia no se habrá disipado y querrás correr a escuchar sus canciones.
Pero si no eres tan fan, puede servirte como un rápido recordatorio de la figura tan importante en la que se convirtió y la huella que dejó en el panorama musical. Y es que Amy debe ser recordada más que por sus escándalos, romance tóxico, y muerte trágica, pues era una estrella de pies a cabeza, de adentro hacia afuera, que hoy es la leyenda que estaba destinada a ser… aunque ojalá hubiera sido en otros términos. Y, sí, quizá también te despierte la curiosidad por saber más sobre ella.
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